El cierre de ingresos en la RSA durante casi dos años ha supuesto una disminución progresiva del número de usuarios en la misma y, por tanto, una pérdida importante de ingresos derivados de la percepción por tasas de estancia.
Si, además, los gastos van a seguir siendo prácticamente los mismos, ¿Puede hablarse entonces de gestión más eficaz y eficiente si no se abren los ingresos?